La Anses, como un hervidero: conflictos por los despidos, tensiones políticas y rumores de movimiento

La Anses es, por estas horas, un hervidero. La cesantía de unos 900 empleados desató medidas de fuerza de parte de los gremios más combativos que afectaron la atención al público en decenas oficinas y en muchos casos forzaron una reasignación de turnos para realizar trámites. Algunas Unidades de Atención Integral (UDAI) quedaron diezmadas en su personal y no pudieron operar en las últimas horas.

Sobre ese escenario de conflictividad, se anunció que las jubilaciones de abril se pagarán en dos tramos, debido a que el DNU que actualizó la fórmula jubilatoria se promulgó a fines de marzo y complicó la liquidación de los haberes.

Detrás de esta situación, que es bien visible para el público general, hay un fuerte entramado de tensiones políticas. Al tal punto que en las últimas horas circuló como un rumor en el organismo que el flamante titular de la Anses, Mariano De Los Heros, dejaría su cargo. Importantes fuentes del Ministerio de Capital Humano negaron de plano esos trascendidos.

De los Heros fue designado tras la abrupta salida del cordobés Osvaldo Giordano por motivos políticos (lo echó Javier Milei porque su esposa, que es diputada, votó en contra de algunos incisos de la primera ley Bases en febrero). El nuevo titular de la Anses tiene un perfil técnico y asumió en soledad, sin una tropa de funcionarios propia. Tiene un manejo operativo del elefantiásico organismo de previsión social, pero poca injerencia en decisiones clave. El manejo político de la Anses hoy está afuera de la casa matriz del organismo de avenida Córdoba al 700.

“Yo estoy fuera del tablero”, le dijo De los Heros en las últimas horas al personal de la Anses que le reclamó por la caída masiva de contratos.

La Anses depende operativamente del Ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello. La ministra quiso, desde el primer día, promover nombramientos de personal de carrera en las estratégicas delegaciones que tiene el organismo en las provincias. Pero en las últimas semanas comenzó a imponerse, desde el seno de la Casa Rosada, otro criterio. Las oficinas que tiene el organismo a lo largo y a lo ancho del país son una herramienta de pago político y de llegada directa al territorio invaluable para cualquier gobierno. Más aún para La Libertad Avanza, que es una fuerza nueva.

Quien se convirtió en un actor con capacidad de mover los hilos políticos en la estructura de la Anses es Eduardo “Lule” Menem, coinciden distintos colaboradores libertarios. El funcionario, que es mano derecha de Karina Milei en la secretaría General de la Presidencia y amigo de la hermana del jefe de Estado, comenzó a organizar los nombramientos en las delegaciones del organismo previsional, así como también en las oficinas que tiene el PAMI en todas las provincias del país.

Hubo nombramientos recientes en puestos estratégicos de Anses que algunos cuadros con carrera en el organismo atribuyen a la influencia que está teniendo la Casa Rosada. Uno de ellos es el del subdirector ejecutivo de Administración, Gervasio Corach, designado por la resolución Nº 52/2025 del 20 de marzo, de acuerdo a los registros internos. Según una denuncia presentada por Elisa Carrió años atrás, Gervasio Corach -abogado y familiar del exministro de Justicia del menemismo, Carlos Corach- compartió una sociedad con Guillermo Scarcella, exfuncionario sciolista que tejió relaciones en Comodoro Py y que en el último tiempo cultivó un vínculo con Karina Milei.

En la Anses, en tanto, hay personal de carrera que está aguardando el nombramiento formal de Gustavo Xamena como eventual director del área de Prestaciones. De confirmarse esa designación, sería el regreso de un gerente de peso en la vieja guardia del organismo.

Recientemente, en tanto, fue ascendido como secretario de Legal y Técnica del organismo Enrique Buscio, uno de los funcionarios que dictaminó en favor de la escandalosa contratación de seguros con la intermediación de brokers en la gestión anterior

Situación con el personal

Según pudo reconstruir LA NACION, el principal criterio para conformar el listado de personas a cesantear en la Anses tuvo que ver con aquellos empleados que ingresaron durante la gestión de Alberto Fernández, entre 2019 y 2023. En los últimos años, hubo UDAI que se crearon con motivaciones políticas (sobre todo en distintos puntos del conurbano) aunque también hubo casos de oficinas nuevas emplazadas en lugares con fuerte necesidad de atención, como el impenetrable chaqueño.

Según ATE, entre los cesanteados habría no solo personas nombradas con un criterio partidario en el gobierno anterior, sino también muchos cuadros que fueron desplazados durante la gestión de Mauricio Macri y reincorporados durante la era Fernández, por lo que se les computarían muchos años de antigüedad.

Los empleados de la Anses -que es un organismo descentralizado- tienen un convenio colectivo de trabajo propio, distinto al que rige por la Ley de Empleo Público. Es por eso que los cesanteados podrían reclamar indemnizaciones, a diferencia de los empleados con contratos transitorios de la administración pública central. Se espera que, por el accionar de ATE, la conflictividad en sus oficinas se extienda durante la semana próxima.